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Día Mundial del Asma: conciencia, prevención y tratamiento

Martes 2 de Mayo de 2023

El asma es una enfermedad respiratoria crónica que se caracteriza por la inflamación y el estrechamiento de los bronquios. Los síntomas del asma incluyen tos, silbidos, opresión en el pecho y dificultad para respirar. Estos síntomas pueden ser leves o graves y pueden variar de una persona a otra. 

La enfermedad se diagnostica a partir de sus signos más característicos, de una historia familiar de asma, alergias o bien de hallazgos en un examen físico. Desde el servicio de Neumonología acercan información sobre sus síntomas y tratamiento.  

¿Cuáles son sus síntomas? 

Cuando el aire queda atrapado en los pulmones se generan los síntomas característicos del asma: 

  • Falta de aire. 
  • Opresión torácica. 
  • Tos. 
  • Silbidos en el pecho. 

Es importante recalcar que, si bien estos síntomas pueden ser considerados “normales” por algunos pacientes, o están acostumbrados a sentirlos, no deben interpretarse así ya que son indicios de que existe una afección. 

El asma es una enfermedad que puede aparecer en cualquier edad y se caracteriza por presentar una intensidad variable en sus síntomas, con períodos en los que empeora y otros en los que mejora. De este modo, es posible que presente cambios durante el día y la noche, e incluso que permanezca “en silencio” durante períodos largos de tiempo para luego volver a dar síntomas. Aun así, es importante destacar que puede ser tratada y controlada.  

¿Qué factores desencadenan una crisis o empeoran el asma? 

Existen algunas sustancias que, al tratarse de alérgenos, pueden desencadenar los síntomas de asma en personas susceptibles si son inhaladas en la cantidad y el tiempo suficientes. Las más comunes son: 

  • El polen al cual estamos más expuestos en días secos, ventosos y soleados. 
  • Ácaros del polvo que pueden encontrarse en el hogar. 
  • Hongos domiciliarios que pueden hallarse en alimentos, frutas, papeles y cartones, bolsas de basura, paredes húmedas, baños, aire acondicionado, entre otros. 
  • Animales, por su pelo, caspa, heces, orina o saliva. 
  • Algunos medicamentos. 

Para controlar la enfermedad es muy importante evitar la exposición a esta clase de sustancias u otras que pueden desencadenar o empeorar los síntomas.  

Ante una crisis de asma, es importante actuar de manera rápida y efectiva. Si una persona experimenta silbidos, tos o dificultad para respirar, se recomienda que use un inhalador de rescate, que suele contener un medicamento broncodilatador que ayuda a abrir las vías respiratorias. Si los síntomas persisten o empeoran, es importante buscar atención médica de inmediato.   

Tratamiento farmacológico de la enfermedad 

En cuanto a los tratamientos, existen varias opciones disponibles para el control del asma. Los medicamentos inhalados, con corticoides, son la primera línea de tratamiento para la inflamación de las vías respiratorias. Los broncodilatadores, como los inhaladores de rescate, ayudan a abrir las vías respiratorias y aliviar los síntomas de manera rápida. Además, se recomienda evitar los desencadenantes del asma, como el humo del tabaco, la contaminación del aire y los alérgenos. 

Cabe destacar que el asma puede ser efectivamente controlada y mejorada, por lo que no hay que resignarse a vivir con las limitaciones que esta afección genera.  

Para ello, contar con la información necesaria, identificar los factores que empeoran la enfermedad, los chequeos y consultas médicas periódicas son importantes para llevar una buena calidad de vida.  

Por turnos o consultas comunicarse con el servicio de Neumonología al 0351 - 4688888