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VolverLa importancia de los hábitos saludables
Los buenos hábitos tienen un impacto positivo en nuestra salud. Con el propósito de priorizar la prevención de patologías tales como la hipertensión arterial, diabetes y dislipemia, desde nuestro Servicio de Nefrología nos brindan recomendaciones para mantener conductas o implementar hábitos beneficiosos en nuestra vida cotidiana.
¿A qué llamamos hábitos saludables?
Los hábitos saludables son aquellas conductas que tenemos asumidas en nuestra vida cotidiana y que inciden positivamente en nuestro bienestar físico, mental y social. La ausencia de estos puede traer aparejados problemas de salud y deterioro en la calidad de vida.
Algunas de las afecciones que pueden generarse son la hipertensión arterial, diabetes y dislipemia, enfermedades extendidas en la actualidad, sobre todo en la población adulta, y con incidencia (casos nuevos) y prevalencia (casos preexistentes) crecientes en la población general.
- El primer hábito que es esencial para una buena salud es llevar una dieta saludable y equilibrada. Esto significa consumir una variedad de alimentos que proporcionen los nutrientes que el cuerpo necesita para funcionar correctamente, como frutas y verduras, proteínas magras, carbohidratos complejos y grasas saludables. También es importante limitar el consumo de alimentos procesados, azúcares refinados, sal y grasas saturadas, ya que pueden aumentar el riesgo de enfermedades crónicas como la obesidad, la diabetes y las enfermedades cardíacas.
- Otro hábito importante es hacer ejercicio regularmente. El ejercicio no solo ayuda a mantener un peso saludable, sino que también mejora la función cardiovascular, reduce el estrés y mejora el estado de ánimo. Es recomendable hacer al menos 30 minutos de actividad física al día, ya sea caminar, correr, nadar o cualquier otra actividad que sea agradable y que haga que la persona se sienta bien.
- Además, es importante dormir lo suficiente. El sueño es esencial para la salud física y mental, ya que permite que el cuerpo se repare y se recupere de las tensiones del día. Los adultos necesitan entre 7 y 9 horas de sueño por noche, y los niños más.
- Reducir el estrés también es esencial para una buena salud. El estrés crónico puede afectar negativamente el cuerpo y la mente, por lo que es importante encontrar maneras de manejarlo.
Por último, es importante evitar los malos hábitos que pueden afectar negativamente la salud. El tabaco, el alcohol y las drogas pueden causar problemas graves de salud, como enfermedades respiratorias, hepáticas y adicciones. Es importante evitar estos hábitos y buscar ayuda si se tiene dificultades para dejarlos.
Hablemos de hipertensión, diabetes y colesterol
Hipertensión
Se trata de una afección que es prevenible en la mayoría de los casos.
El aumento de presión arterial o hipertensión arterial no suele tener síntomas, pero es uno de los principales factores de riesgo para las enfermedades cardiovasculares. La misma puede ocasionar infartos cardiacos, insuficiencia cardiaca, accidentes cerebrovasculares e insuficiencia renal.
Para prevenirla, es necesario reducir los factores de riesgo potencialmente modificables como el tabaquismo, el consumo de alcohol y sal e índice de masa corporal elevado.
Un hábito importante a implementar es la reducción del consumo de sal ya que tiene un efecto directo en la disminución de la presión arterial. Al ser nuestro consumo promedio 3 y 5 veces más de lo recomendado, brindamos algunos tips para implementar:
- No agregar sal antes de cocinar y probar alimentos.
- Evitar llevar el salero a la mesa.
- Utilizar condimentos alternativos.
- Evadir el consumo de alimentos con gran componente de sal. El 80% y 90% de la sal que consumos se encuentra en alimentos que la han incorporado significativamente en su preparación. Algunos de ellos son: caldos saborizados, fiambres y quesos, pan, quesos, etc.
Diabetes
La diabetes es una enfermedad metabólica crónica caracterizada por niveles elevados de glucosa en sangre, que con el tiempo conduce a daños graves en el corazón, vasos sanguíneos, ojos, riñones y nervios.
Existen tres tipos de diabetes:
- Tipo 1: es causada por una reacción autoinmunitaria que impide que el cuerpo genere insulina. Afecta principalmente a niños y jóvenes.
- Tipo 2: en este caso, el cuerpo no usa la insulina adecuadamente y no puede mantener el azúcar en la sangre a niveles normales. Se diagnostica habitualmente en adultos y ancianos, aunque debido al aumento de los niveles de obesidad, es cada vez más frecuente de encontrarla en niños y adolescentes.
- Gestacional: Afecta a mujeres embarazadas y generalmente remite tras el nacimiento del bebe. Incrementa el riesgo de padecer diabetes tipo 2 luego del embarazo.
Es importante resaltar que la aparición de la diabetes tipo 2 está vinculada con la falta de hábitos saludables. Es decir, que puede llegar a prevenirse o retrasarse en la gran mayoría de los casos.
Colesterol
El colesterol (o dislipidemia) se trata de una afección crónica, caracterizada por el aumento de lípidos en sangre.
Se distinguen dos tipos de colesterol:
- Malo, el mismo se acumula en las paredes de las arterias, formando una placa que dificulta la circulación de la sangre que llega a los diferentes órganos. Por eso si se tiene demasiado alto el colesterol LDL aumenta el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
- Bueno, actúa por distintas vías para evitar la acumulación de las partículas de colesterol, removiendo desde los tejidos hacia el hígado para su eliminación.
El asesoramiento y otras estrategias para disminuirlos son una parte importante de la salud preventiva.
Los controles periódicos como parte de hábitos saludables
Los controles periódicos y chequeos médicos oportunos se constituyen también como buenos hábitos a sostener en el tiempo para la prevención y diagnóstico de ciertas enfermedades. Recordamos que en muchos casos, la detección temprana salva vidas.
Es por eso que recomendamos:
- Control periódico de la presión arterial para descartar valores por encima de lo normal. Se estima que cuatro de cada diez personas con hipertensión arterial no están diagnosticadas o no relacionan sus síntomas a la enfermedad, por lo cual es importante su inspección.
- Control periódico de glucemia, es importante para detectar diabetes ya que en muchos casos puede ser asintomática. Es conveniente realizar controles frecuentes sobre todo desde los 45 años.
- Control de la salud renal, al ser la enfermedad renal una patología frecuente (una de cada diez personas la padece) que no genera síntomas, es importante incorporar estos chequeos y solicitar una determinación de creatinina en sangre y una orina completa para evaluar la situación.
Estos consejos son generales, por lo que es fundamental tener en cuenta que cada persona requiere indicaciones individuales especializadas. Por eso, es necesario consultar siempre con un especialista.
Para turnos y más información comunicarse al (0351) 4688888.
Fuente: Jorge Luis De La Fuente. Jefe del Servicio de Nefrología de Hospital Privado Universitario de Córdoba.