Novedades

Hospital Privado Cordoba Cuidados Preventivos

En verano, ¡cuidá tu piel!

Viernes 3 de Enero de 2020

¡La radiación solar existe y es para todos!

Una exposición extrema y la falta de protección solar pueden traer muchos riesgos a la salud, por eso debemos proteger y cuidar nuestra piel.

Es importante saber que el efecto de las radiaciones UV en la piel es acumulativo, progresivo e irreversible, por lo que las consecuencias de una exposición solar indebida pueden aparecer en el corto plazo o años más tarde.

Entonces, ¿cómo nos protegemos del sol? La protección puede ser a partir de objetos (sombrillas, sombreros, gorros, lentes y/o ropa fotoprotectora) o con protectores solares físicos o químicos con filtros UVA y UVB.

La protección solar textil

El UPF, acrónimo inglés de Ultraviolet Protection Factor (Factor de Protección Ultravioleta), es la capacidad de una tela o material para evitar el paso de la radiación ultravioleta a través de él.

Los fabricantes de tejidos deben de atender y realizar una serie de protocolos establecidos por los organismos internacionales reguladores y una vez que los tejidos superan las pruebas establecidas, pueden colocar en su etiqueta el logo UPF, además del rango de protección obtenido: 10, 20, 30, 40 o 50+. El “UPF 50+" es la mayor protección que una prenda puede brindar.

La protección de un textil depende de:

  • La trama, el espesor, el tipo de fibra utilizada o los productos de acabado y el color.
  • El tipo de tejido.
  • La porosidad, peso y grosor.
  • Color.
  • Elasticidad.
  • Humedad. 
  • Lavado.

De acuerdo con lo anterior, el FPU aumenta en los siguientes casos:

  • Con el nylon, la lana, la seda y el poliéster, ya que tienen mayor protección que el algodón y el lino. 
  • Cuanto menores son los espacios entre los hilos y cuanto mayor es el peso y grosor del tejido.
  • Con los colores oscuros, ya que tienen mayor FPU.
  • Con el lavado, en el caso del algodón.

Por otro lado, el FPU disminuye con el estiramiento del tejido y cuando el algodón está húmedo.

Los protectores físicos y químicos

Para comprender mejor su diferencia, la Dra. Magdalena Bosio Bonet del servicio de Dermatología comparte las principales características de cada uno de estos tipos de protectores:

  • Físicos o minerales
    • Son sustancias inertes que aplicadas a la piel reflejan la luz solar como un espejo.
    • No absorben radiación. 
    • Son impermeables a la radiación solar.
    • Desventaja: dejan una fina capa blanquecina en la piel, cosméticamente inaceptables.
    • Ideales para niños menores de 2 años.
    • Ejemplos: dióxido de titanio y óxido de zinc (son partículas opacas que absorben y reflejan los fotones UV). 
  • Químicos u orgánicos:
    • Son sustancias que captan energía solar y la transforman en energía térmica. 
    • Los orgánicos contienen anillos aromáticos conjugados que absorben la energía UV y la disipan en forma de calor. Actúan mediante una reacción química.
    • Efectivos a los 30 minutos de aplicarlos.
    • Se absorben en la piel.
    • Mejor cosmética. 
    • Son sustancias sintéticas, la mayoría derivadas del petróleo. Divididos en filtros UVA y UVB. 
    • Algunos ejemplos: ácido paraaminobenzoico, benzofenonas, salicilatos, cinamatos octocrileno, avobenzona, antralinato.

Cabe destacar que a partir de los 2 años pueden usarse protectores solares físicos o químicos.

¿Cómo aplicar el protector solar?

  1. 30 minutos antes de la exposición al sol.
  2. Usar una cantidad generosa (30 ml, que equivale a una pelota de ping-pong) y de manera uniforme (sin olvidar orejas, empeines, labios, párpados, cuello y cabeza en personas calvas).
  3. Renovar cada 2 horas.
  4. Volver a aplicar en caso de transpiración excesiva, prolongada inmersión en el agua, roce con toallas o arena.
  5. Revisar el vencimiento y el periodo de vida útil del producto una vez abierto (figura con un número y la letra M, por ejemplo M12 significa “12 meses de vida útil”).

Es importante usar factor de protección solar 30 FPS como mínimo, aun en días nublados, y evitar exponerse al sol entre las 10 a.m. y las 16 p.m. Tener en cuenta también que los rayos UV atraviesan las nubes y además rebotan en superficies (agua, arena, nieve, pavimento, etcétera).

El uso de autobronceador solo debe ser con el fin de tener un bronceado sin exponerse a radiaciones solares, no para iniciar las vacaciones “bronceados” ya que no protege de la quemadura solar.

Recomendaciones para niños y adolescentes

  • En menores de 6 meses lo ideal es la ropa fotoprotectora; solo utilizar fotoprotectores autorizados.
  • De 6 meses a 2 años se recomiendan protectores físicos y ropa fotoprotectora.
  • Mayores de 2 años ya pueden usar fotoprotectores físicos o químicos.

La regla de la sombra

Esta es una regla útil para saber cuándo el sol es más perjudicial: es más peligroso cuanto más pequeña es la sombra en relación con la altura. El riesgo es menor cuando el tamaño de la sombra es mayor.

¡Consultá con un dermatólogo para la elección de protector solar según el tipo de piel y el grado de exposición!

Fuente:
Dra. Magdalena Bosio Bonet – Servicio de Dermatología - Centro de Medicina Estética
Hospital Privado Universitario de Córdoba