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VolverQuistes de ovarios: mitos y verdades
El servicio de Ginecología y Obstetricia de nuestro Hospital nos brinda información respecto a qué son los quistes de ovarios, cómo identificarlos y la manera adecuada de tratarlos.
Los quistes ováricos son estructuras que crecen en el interior o por fuera del ovario y que pueden tener contenido líquido, denso y hasta sólido. Cada ovario tiene un tamaño y una forma similar a los de una almendra. Los óvulos se desarrollan y maduran en los ovarios, y se liberan en ciclos mensuales durante los años fértiles.
Entre un 10% y 18% de mujeres en edad reproductiva de todo el mundo son afectadas por este problema.
A menudo, son benignos y asintomáticos, pero en algunos casos, pueden causar síntomas y complicaciones.
Síntomas
Es importante destacar que muchas mujeres pueden tener quistes de ovarios sin experimentar ningún síntoma. Sin embargo, esta afección puede provocar:
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Hinchazón e inflamación abdominal.
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Dolor abdominal que puede desaparecer y reaparecer. Es posible sentir un dolor punzante en la zona bajo el ombligo.
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Sensación de saciedad, presión o pesadez estomacal y abdominal.
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Náuseas, vómitos o fiebre.
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Cambios en el ciclo menstrual, como períodos irregulares o más dolorosos de lo habitual.
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Dolor durante las relaciones sexuales.
¿Existen factores de riesgo?
El riesgo de padecer un quiste ovárico es mayor según:
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Edad: Las mujeres jóvenes y en edad reproductiva tienen más probabilidades de desarrollar quistes funcionales, que suelen desaparecer por sí solos.
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Desequilibrios hormonales: Las personas que Las mujeres que tienen problemas hormonales, como el síndrome de ovario poliquístico (SOP), tienen un mayor riesgo de desarrollar quistes. Estos pueden abordarse con el con tratamiento adecuado.
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Embarazo. El folículo que se forma al ovular permanece en el ovario durante todo el embarazo, ocasionalmente suele volverse más grande.
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Endometriosis. Parte de ese tejido puede adherirse al ovario y desarrollar quistes en su superficie que habitualmente contienen un líquido achocolatado.
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Quistes ováricos previos o antecedentes familiares. Si la persona ya ha tenido un quiste ovárico, es probable que aparezcan más si no hay un tratamiento activo.
¿Cuáles son los diferentes tipos de quistes de ovarios?
Las clases más comunes de quistes ováricos, denominados quistes funcionales, se forman durante el ciclo menstrual. Generalmente son benignos, por lo tanto, no cancerígenos.
Los dos tipos de quistes más comunes son:
- Quistes foliculares:
Durante el ciclo mestrual normal, el ovario libera un óvulo todos los meses. El óvulo crece adentro en una pequeña bolsa denominada folículo. Cuando el óvulo madura, el folículo se rompe para liberar el óvulo. Los quistes foliculares se forman cuando el folículo no se rompe para liberar al óvulo. Esto genera que el folículo siga creciendo hasta convertirse en un quiste. Los quistes foliculares no suelen provocar síntomas y desaparecen en uno a tres meses. - Quistes del cuerpo lúteo:
Una vez que el folículo se abre para liberar el óvulo, la bolsa folicular vacía se encoge y forma una masa de células denominadas cuerpo lúteo. El cuerpo lúteo hace que las hormonas se preparen para el próximo óvulo para el siguiente ciclo menstrual. Los quistes del cuerpo lúteo se forman si la bolsa no se encoge. En lugar de eso, la bolsa se vuelve a sellar luego de liberar el óvulo y posteriormente se forma líquido en su interior. La mayoría de los quistes de cuerpo lúteo desaparecen luego de unas semanas. Algunos medicamentos utilizados para provocar la ovulación pueden aumentar el riesgo de formación de estos quistes, por eso la importancia de no automedicarse.
En algunas mujeres, los ovarios forman numerosos quistes pequeños, siendo esto el síndrome de ovario poliquístico.
- Teratomas:
Estos son otra variedad de quistes benignos ováricos comunes. Los mismos contienen habitualmente grasa, cabellos, y hasta cartílagos o huesos. Dicho contenido tan bizarro tiene que ver con el desarrollo germinal de células pertenecientes a la dermis que embrionariamente se depositan en ovario y ante diversos estímulos proliferan y fabrican este contenido que pertenece habitualmente a la piel. - Quistes de chocolate:
Estos son los famosos quistes endometriosicos, otra de las variedades habituales de patología ovárica. Ante la presencia de uno o más de ellos, se debe realizar una investigación minuciosa en búsqueda de otros posibles focos de endometriosis en la pelvis con estudios por imágenes de calidad.
Prevenir es cuidar la salud
Ya que la mayoría de los quistes ováricos no producen síntomas, realizarse exámenes periódicos ayuda a garantizar que los cambios en los ovarios se diagnostiquen lo más pronto posible. Es así que es importante prestar atención a los cambios en el ciclo mensual. Anotar los síntomas menstruales poco frecuentes, especialmente aquellos que persisten durante más de un par de ciclos.
El diagnóstico de los quistes de ovarios se realiza a través de varios métodos, que pueden incluir:
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Examen físico, el profesional puede detectar un quiste durante un examen pélvico de rutina.
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Ultrasonido, la ecografía pélvica es una herramienta importante para visualizar los ovarios y detectar quistes.
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Tomografía computarizada o Resonancia Magnética, estas pruebas pueden proporcionar imágenes más detalladas en casos más complejos.
Tratamiento
El tratamiento depende de la edad, síntomas, tipo y tamaño del quiste que tenga la persona. El profesional de la salud puede sugerir lo siguiente:
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Observación: Para quistes pequeños y asintomáticos, el profesional puede optar por simplemente monitorear el quiste con exámenes regulares.
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Medicamentos: En algunos casos, se pueden recetar medicamentos hormonales para controlar el crecimiento de los quistes.
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Cirugía: El profesional puede sugerir extirpar el quiste si es grande, no tiene el aspecto de un quiste funcional, sigue creciendo o causa dolor. Algunos quistes pueden extirparse sin necesidad de extirpar el ovario (cistectomía). En algunos casos, se extirpa el ovario que tiene el quiste (oforectomía).
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Laparoscopia: Con frecuencia, el procedimiento quirúrgico se puede hacer mediante una cirugía de invasión mínima en la que se introduce un laparoscopio e instrumentos a través de pequeños cortes en el abdomen. Si el quiste es grande o hay preocupación de que haya cáncer, es posible que deba hacerse un procedimiento abierto con un corte más grande.
El servicio de Ginecología y Obstetrícia de nuestro Hospital se destaca por su enfoque integral en el diagnóstico y tratamiento de los quistes de ovarios, así como otras condiciones ginecológicas. El mismo cuenta con especialistas altamente capacitados y tecnología de vanguardia para brindar la mejor atención posible a las pacientes.
Fuente: Dra. Mónica Bonin. Médica cirujana. Especialista en Tocoginecología. Miembro del servicio de Ginecología y Obstetricia. Jefa del Programa de Tratamiento Integral de la Endometriosis en Hospital Privado Universitario de Córdoba.