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Prevención del cáncer de colon

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Consejos y pruebas de detección

El cáncer colorrectal (CCR) es uno de los tumores malignos más frecuentes y representa un problema de salud pública a nivel mundial. En nuestro país, es el segundo cáncer más común luego del cáncer de mama, siendo el culpable de más de 8000 muertes por año.

En más del 80% de los casos el CCR tiene una lesión precursora benigna, el pólipo adenomatoso o adenoma. Los adenomas representan el 70% de los pólipos colónicos diagnosticados, son más frecuentes en hombres y su incidencia aumenta con la edad. La progresión de los adenomas hacia el CCR es un proceso que se desarrolla paulatinamente (se estiman 10 años para adenomas menores a 1 cm), lo que brinda una ventana amplia para su detección y resección.

El 75% de los CCR son esporádicos y se desarrollan en personas que no presentan antecedentes personales ni familiares de la enfermedad, siendo la edad el principal factor de riesgo.

El 25% restante corresponden a personas con riesgo aumentado de padecer este tipo de cáncer. En dicho grupo se incluyen pacientes con:

  • Antecedente personal de adenoma o CCR (en el caso de los adenomas, este riesgo depende del número y tamaño de los mismos).
  • Enfermedad inflamatoria intestinal (colitis ulcerosa y enfermedad de Crohn), relacionado con el proceso de inflamación crónica de la mucosa colónica.
  • Antecedente familiar de adenoma o CCR, dependiendo del número de familiares, grado de parentesco y la edad de aparición del cáncer.
  • Antecedentes de enfermedades hereditarias (Poliposis adenomatosa familiar, síndrome de Lynch).

A partir de los 50 y hasta los 75 años es necesario que todas las personas, aún asintomáticas, se efectúen exámenes regulares para detectar y extirpar los adenomas o diagnosticar y tratar el cáncer colorrectal en un estadio temprano. En caso de tener riesgo aumentado, según lo nombrado anteriormente, puede ser necesaria la realización de estudios a más temprana edad. 

Métodos de detección

Dentro de los estudios de detección recomendados para la prevención de CCR podemos incluir:

  • Test inmunológico de sangre oculta en materia fecal: evalúa la presencia de sangre microscópica en la materia fecal, es decir imperceptible a simple vista. Es un método simple, no requiere preparación previa. De ser negativo, debe repetirse de forma anual.
  • Colonoscopía: es un estudio endoscópico que utiliza un tubo flexible con una cámara para examinar el colon y el recto. De esta manera permite la detección y extirpación de pólipos y la detección de cáncer. La realizan médicos endoscopistas especializados, requiere preparación del intestino y se realiza con sedación, por lo cual la persona no siente dolor ni malestar. Es el método de elección en pacientes sintomáticos y para las personas con test de sangre oculta en materia fecal positiva. La edad óptima para la realización de la colonoscopia es a los 50 años de edad. 
  • Rectosigmoidoscopia: similar a la colonoscopía, pero se explora solo la parte final del colon. 

Otros estudios de detección son:

  • Colon por enema: consiste en la introducción de un líquido de contraste y aire a través de una cánula anal. Luego se obtienen radiografías para lograr la visualización del colon y del recto. Al igual que la colonoscopía, requiere preparación con laxantes.
  • Colonoscopia virtual: se realiza mediante una tomografía computarizada que permite examinar el colon y recto mediante la reconstrucción virtual efectuada por una computadora. Este estudio requiere preparación del intestino, se hace sin sedación y en caso de hallarse alguna patología debe complementarse con una colonoscopia convencional. 

Recomendaciones

Es fundamental identificar los factores de riesgo de cáncer colorrectal, tanto en la dieta como en el estilo de vida de las personas para intentar modificarlos. Las recomendaciones generales son:

  • Consumir una dieta rica en fibras (vegetales y frutas).
  • Reducir el consumo de carnes rojas y grasas de origen animal.
  • Ingerir productos ricos en calcio (lácteos).
  • Realizar ejercicio físico regularmente.
  • Evitar el sobrepeso.
  • Moderar el consumo de alcohol.
  • Evitar el tabaco. 

El CCR se puede prevenir y curar en un elevado porcentaje de casos si se diagnostica a tiempo.

No suele presentar síntomas hasta una etapa avanzada. Las personas con cambios en el hábito evacuatorio, dolor abdominal frecuente, anemia o pérdida de peso deben ser valoradas por el especialista.