Prevención
VolverLlega el verano y aumentan los casos de otitis externa
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Llega la época de mayor calor del año por lo que frecuentamos más la pileta, los ríos y el mar. Con ello, aumentan las posibilidades de contraer Otitis Externa (OE), una infección del canal externo del oído, que puede provocar un intenso dolor y malestar.
¿Hay distintos tipos de otitis de pileta?
Existen diversos tipos de otitis externa que puede ser localizada o difusa, según la zona que se encuentre afectada. También, según qué tipo de germen esté involucrado en el proceso, puede ser bacteriana (las más frecuentes), micótica (hongos), vírica (por ejemplo, por herpes) o parasitaria (larvas de moscas). Todos los síntomas que presenta durante su evolución, desaparecen cuando se resuelve el cuadro.
¿Qué factores provocan la otitis externa?
Las enfermedades que se desarrollan en el oído externo, están condicionadas por las características especiales que presenta esta región:
- El pabellón auricular: está expuesto a la intemperie y a las radiaciones solares.
- El conducto auditivo externo: es sinuoso y disminuye su diámetro hacia adentro y especialmente en el centro del mismo. A su vez, su tamaño depende de variaciones individuales, siendo a veces, francamente estrecho. Esto facilita que quede retenida humedad y se estanquen secreciones en el fondo del mismo.
- Los niños suelen presentar un conducto más estrecho que los adultos. El conducto, posee unas condiciones especiales de temperatura, humedad y pH y en él, no entran rayos solares. Estar húmedo, calentito y oscuro, predispone la proliferación de bacterias.
- La piel que recubre el pabellón y el conducto es más fina que la del resto del cuerpo y no posee capa subdérmica ni tejido adiposo, estando la piel, firmemente adherida al cartílago y a hueso. Además, tiene una abundante vascularización e inervación, por lo que es fácil de lesionarse ante mínimas agresiones, y estas, ser muy dolorosas.
- El cerumen que reviste al conducto, es una capa fina, de mucha importancia. Lubrica y da flexibilidad a la piel, a su vez, la protege gracias a su acción bacteriostática, y fungistática. Es la principal barrera contra las infecciones.
Los síntomas dependen del tipo de otitis:
OE LOCALIZADA (otitis externa circunscripta o forunculosis)
- Afecta a un folículo piloso.
- Produce un dolor intenso, que se irradia a las zonas vecinas, y aumenta al hablar, masticar y bostezar.
- Si obstruye el conducto puede producir perdida de la audición.
- Suele verse a simple vista, ya que afecta la parte externa del conducto o en la entrada del pabellón, produciendo una zona redondeada, roja que puede contener pus.
OE DIFUSA:
- Afecta todo el conducto
- Comienza produciendo prurito, secreciones de distintas características (acuosa, sanguinolenta o purulenta)
- Suele presentar mal olor.
- Como se inflama todo el conducto, produce pérdida de audición.
- Puede producir desde molestias leves a dolor intenso. Se observa disminución de la luz del conducto, que puede ser total.
OE MICÓTICAS (hongos):
- Producen prurito intenso (hormigueo o irritación)
- Pérdida de audición y supuración, en general, sin dolor.
- La mayoría de las veces aparece como una sobreinfección de una Otitis Externa bacteriana ya tratada, o factores que generan humedad permanente, o en inmunodeprimidos.
Otras situaciones a tener en cuenta: ¿Cómo colocar las gotas en el oído?
- Calentar el envase frotándolo con las manos, el líquido debe estar tibio.
- Estando acostado o con la cabeza de costado, levantar suavemente la oreja hacia arriba y hacia afuera, para agrandar el conducto auditivo.
- Evitar que la punta del gotero toque la piel u otras superficies para que no se contamine el líquido.
- Previo a la colocación, limpiar con un algodón o gasa húmeda el pabellón y la entrada del conducto, para retirar las secreciones que pueda haber, y evitar arrastrar suciedad hacia adentro del oído.
- Colocar las primeras gotas en el pabellón, cerca del conducto, para que la gota resbale suavemente por las paredes del mismo, que es donde debe actuar. Si se colocan en el centro del orificio del conducto, caen directo sobre el tímpano generando una sensación desagradable.
- Luego de colocar las gotas, permanecer acostado unos minutos (5-10) o colocar un tapón de algodón un ratito, luego retirarlo. NO dejar tapado el conducto.