Prevención
VolverDermatitis Atópica
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La dermatitis atópica, también llamada eccema atópico, es una enfermedad que afecta la piel, causando picazón, sequedad e irritación. Es común que comience en los primeros años de vida y cuando lo hace, habitualmente hay antecedentes familiares de atopía (asma, rinitis, conjuntivitis alérgica).
¿Por qué se produce?
En estos casos, el paciente tiene alterado el manto lipídico que recubre la piel, una mezcla de sebo y sudor que recubre la piel, cuya función es protegerla y mantenerla hidratada. Por otro lado, su sistema inmunológico reacciona de manera exagerada, con inflamación, ante el medio ambiente (por ej. picaduras, infecciones, roce, jabones, polvillo, alimentos, etc.)
El diagnóstico es clínico, solo en algunos casos es necesario hacer pruebas de laboratorio, que indicará su dermatólogo, pediatra o alergista.
¿Cómo se manifiesta?
- Bebés: comienza en la cara y puede extenderse a cualquier sitio.
- Niños mayores: comienza en los pliegues de los codos, detrás de las rodillas y detrás de la oreja.
¿Qué tratamiento se indica?
El pilar del tratamiento en los brotes, son los corticoides tópicos bajo supervisión médica. Para evitar sus efectos adversos (atrofia piel, estrías, acostumbramiento) es importante que no sean demasiados potentes y no aplicarlos en forma prolongada.
Más de la mitad de los pacientes mejoran la piel después de los 6 años de edad.