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Intoxicaciones en los niños

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Como es natural, el hogar es el mejor ámbito de juego para los niños, siempre y cuando estén bajo la supervisión de sus padres o de algún adulto responsable. En nuestro país, dentro de las consultas toxicológicas que se reciben, más de la mitad son pediátricas.

Además, la gran mayoría de las intoxicaciones ocurren en edades donde los niños son más vulnerables y todavía incapaces de tomar conciencia de los peligros. El problema es que los niños conviven con todo tipo de materiales atractivos que existen en la casa, con apariencias vistosas, colores llamativos, olores agradables, y terminan ingiriéndolos: como medicamentos, productos de limpieza, plantas y hongos que encuentran en el jardín, venenos para ratas, insecticidas, basura, alimentos en mal estado, materiales escolares de sus hermanos mayores, etc. Tambien, pueden tomar contacto con contaminantes ambientales como el mercurio de los termómetros rotos o intoxicarse debido a la exposición a pinturas, cerámicas y metales, que pueden ser producto de la actividad laboral de los padres.

De todas maneras, los síntomas generales de intoxicación o envenenamiento son:

  • Síntomas neurológicos: dolor de cabeza, pérdida de conciencia, estupor, somnolencia, confusión, convulsiones, mareos.
  • Síntomas respiratorios: falta de aliento, tos, sensación de ahogo, dolor al inhalar.
  • Síntomas digestivos: vómitos, diarrea, falta de apetito, náuseas, mal aliento (olor extraño o inusual), quemaduras en labios y boca.
  • Síntomas cutáneos:  erupciones en la piel, quemaduras, sensación de hormigueo en manos.
  • Síntomas generales: visión doble, fiebre, palpitaciones, labios azulados, irritabilidad, descontrol de los esfínteres, dolores generalizados.

Caso de Actualidad: intoxicación con purpurina
En los últimos meses, se han dado a conocer distintos casos a nivel nacional de niños con edad escolar que sufrieron intoxicaciones por la ingesta o inhalación de purpurina.
Este elemento escolar es un polvo que contiene bronce (generalmente se usa para decorar), que es la aleación de cobre y estaño, y es precisamente el cobre el que afecta gravemente el pulmón cuando es inhalado, causando una lesión aguda y grave en el niño ya que imposibilita una buena oxigenación, por eso muchas veces hay que colocarle un respirador.
Por lo tanto, si un niño comienza con dificultad para respirar en forma rápida y además posee un polvo brillante en su cara, manos o cuerpo, hay que sospechar el diagnóstico y concurrir con urgencia a la guardia.