Prevención
VolverFiebre amarilla
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La importancia de la vacunación
Ya que no existe un tratamiento específico para esta enfermedad, la vacuna es la medida preventiva más importante, segura y eficaz que proporciona inmunidad efectiva en el 99% de las personas vacunadas, luego de 30 días de colocada la vacuna. Una sola dosis es suficiente para conferir inmunidad sostenida y proteger de por vida contra la enfermedad. La vacuna puede colocarse durante todo el año.
La vacuna para fiebre amarilla es una vacuna a virus vivos atenuados, altamente inmunogénica (95-99%). Comienza a generar anticuerpos a títulos protectores en 80% después de 10 días y 99% después de 28 días.
Los casos de personas que se colocaron la vacuna pero no tienen el carnet de vacunación deben ser evaluados por expertos en medicina del viajero para evaluar necesidad de revacunación.
¿Quiénes no deben vacunarse?
Es importante evaluar el riesgo de efectos adversos graves en relación al riesgo de exposición al virus.
Está contraindicada en los siguientes casos:
- Enfermedad o tratamiento inmunosupresor.
- Trasplantados.
- Pacientes con cáncer.
- Enfermedad hematológica con inmunodeficiencia.
- Enfermedad del timo.
- Enfermedad reumatológica.
- Niños menores de 6 meses.
- Alérgicos al huevo.
Deben tener precaución:
- Niños entre 6 y 9 meses.
- Personas mayores de 60 años.
- Personas con VIH.
- Embarazadas.
Otras recomendaciones
Si bien vacunarse es esencial, es importante también evitar las picaduras de mosquitos. Para ello se debe usar repelente de manera diaria, renovar el mismo durante el día y vestir ropa clara, mangas y pantalones largos.