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El corazón de los niños
Educar desde edades tempranas es la mejor decisión
Por empezar, es bueno explicar que la causa principal de las enfermedades cardiovasculares en el adulto, es la aterosclerosis. Esta patología, sin embargo, puede comenzar a desarrollarse desde edades tempranas por exposición a hábitos no saludables de vida, tales como la mala alimentación, el sedentarismo, el stress psicofísico, el tabaquismo precoz (más relacionado a la adolescencia temprana), etc. Como puede permanecer asintomática durante muchos años, su progresión dependerá principalmente de la modificación de los Factores de Riesgo Cardiovascular.
La prevención de las enfermedades cardiovasculares debe iniciarse precozmente en la infancia, tanto en niños con patologías específicas con situaciones especiales de alto riesgo, como en aquellos que por su exposición a factores pre-existentes tienen un mayor predisposición de padecer enfermedad cardiovascular en la vida adulta.
Caso puntual: el tabaquismo pasivo
El tabaquismo, por ejemplo, es uno de los principales problemas sanitarios de Occidente, siendo posible realizar una prevención precoz. El niño sufre la exposición al humo de tabaco (exposición pasiva) desde las primeras etapas de su vida si la madre es fumadora. En efecto, es posible detectar concentraciones de nicotina en recién nacidos hijos de madres fumadoras.
El tabaquismo pasivo provoca múltiples alteraciones cardiovasculares por variados mecanismos y los hijos de padres fumadores están más predispuestos a muerte súbita, enfermedades respiratorias y consumo precoz de cigarrillos. Por este motivo, se considera que el tabaquismo pasivo es una enfermedad pediátrica, no existiendo un nivel seguro de exposición.