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Claves para los cuidadores de familiares con demencia

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Cuidar al cuidador

A lo largo de la vida de una persona existe la posibilidad de que algún ser querido, como puede ser la pareja o los padres, requiera de nuestro cuidado por sufrir algún tipo de demencia. En estos casos es fundamental favorecer el proceso terapéutico de la persona enferma pero también de su cuidador. Este debe cuidarse a sí mismo, pedir ayuda y buscar el apoyo de profesionales, familiares y amigos. Esto contribuirá a desarrollar una mejor forma de cuidar y cuidarse.

¿Qué es la demencia?

Nuestro Servicio de Psiquiatría nos explica que la demencia es una enfermedad que deteriora diferentes funciones de nuestro cerebro, de manera progresiva en el tiempo y con una base biológica, generalmente. Afecta la memoria, la atención, el lenguaje, la capacidad del movimiento y aquella que nos posibilita resolver problemas de la vida cotidiana, principalmente. Es frecuente en adultos mayores, a partir de los 60 años; aunque algunos tipos pueden presentarse desde los 45 años.

Un signo de alerta que todos tenemos presente son los problemas de memoria, pero debemos tener en cuenta que esto no siempre implica demencia y que tampoco es la única alerta. También son una llamada de atención las alteraciones en la conducta.

Es muy importante estar atentos a todos los síntomas que se presenten y consultar siempre con un especialista. Se sugiere que las mujeres a partir de los 60 años y los hombres desde los 65 se realicen anualmente una evaluación neurocognitiva para comenzar a analizar y comparar las funciones cognitivas con el correr de los años, considerando también las emociones por las que atraviesa la persona. Este estudio posibilita hacer un seguimiento y estar atentos a lo que sucede dentro de su cerebro y en caso de detectar algún problema poder avanzar con un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado. 

La educación para el cuidador

Ahora bien, cuando una persona desarrolla una demencia en una gran mayoría de casos pasa a estar al cuidado de su pareja o un familiar cercano, como pueden ser sus hijos. Ante estos casos es muy importante trabajar con ellos, lo que implica brindarles herramientas y explicarles el rol de cuidador:

  • En qué consiste la enfermedad.
  • Cuáles son los puntos a favor y en contra.
  • Cómo evolucionará su ser querido.
  • Qué hacer frente a los síntomas que presente.

Y trabajar, además, con el manejo de la culpa, frustración y malestar del cuidador por la enfermedad por la que se encuentra atravesando una persona que ama.