Cirugía dormido-despierto-dormido
La cirugía dormido-despierto-dormido (DDD) es una técnica de alta complejidad que se utiliza para proteger áreas del cerebro altamente funcionales o elocuentes, como lo son el habla y el oído, al realizar el abordaje neuroquirúrgico de lesiones, tumores o zonas epileptogénicas que se alojan o están próximas a éstas.
Esta técnica se aplica en casos de:
- Resección de tumores localizados en áreas corticales sensoriales, motora o cognitiva, como los gliomas, meningiomas y tumores secundarios (metástasis).
- Resección de lesiones vasculares, que son esenciales para la función o vascularización de territorios especiales, como las malformaciones vasculares.
- Cirugías que requieren realizar mapeo electrocorticográfico o estimulación cortical y/o cerebral profunda, en áreas elocuentes, como la cirugía de epilepsia y para enfermedad de Parkinson.
- Procedimientos intracraneales menores que requieran un despertar rápido para valorar cambios tempranos.
El procedimiento requiere de una adecuada selección de pacientes y de la intervención de un equipo interdisciplinario de profesionales expertos, sumamente capacitados y entrenados de Neurocirugía, Neurología, Oncología, Anestesiología, Anatomía Patológica y Psiquiatría, para ofrecer la mejor estrategia desarrollada en conjunto.
Esta cirugía se realiza mediante una craneotomía, con la utilización de la técnica de Anestesia en el paciente dormido-despierto-dormido, que implica un paciente despierto cooperador con las actividades requeridas. Se compone de tres etapas:
- Etapa 1: el paciente se encuentra dormido bajo anestesia general con máscara laríngea durante el posicionamiento, la fijación de la cabeza y la craneotomía.
- Etapa 2: mediante una transición suave se lo despierta, permaneciendo en un estado de sedación sin dolor por un lapso de 2 a 3 horas, tiempo en el que se realiza el mapa cortical para identificar con confiabilidad las áreas corticales y las vías subcorticales que participan en las funciones motrices, sensoriales, cognitivas y de lenguaje. También se realiza la electrocorticografía intraquirúrgica y las pruebas neurológicas donde pueda responder el paciente a actividades como nombrar las cosas y hacer ejercicios mentales como pensar en cosas dentro de una determinada categoría.
- Etapa 3: se inicia una vez finalizada la resección de la lesión o tumor, al paciente se le da nuevamente anestesia general para el cierre de la piel.
Sus objetivos principales son la realización de un diagnóstico histopatológico y la resección mayor posible de la lesión presente, pero con el menor compromiso neurológico y con el mínimo déficit (o ninguno).