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Endo, ¿qué?

Viernes 13 de Marzo de 2020

Aunque suene de otro planeta, la endometriosis es una enfermedad muy común, mal diagnosticada y, por ende, habitualmente poco o mal tratada. ¿Cuáles son los puntos más importantes, las maneras de diagnosticarla, tratarla y vivir con ella?

Una mujer con endometriosis recorre en promedio 10 años por diversos consultorios médicos hasta llegar a su diagnóstico. Visita médicos clínicos, gastroenterólogos y quizás hasta algún que otro curandero, reikista u osteópata, hasta que finalmente algún ginecólogo le habla de la enfermedad.  

Es importante saber que esta enfermedad no es para nada silenciosa, sino que produce:

  • Intenso dolor menstrual
  • Dolores lumbares
  • Malestares intestinales
  • Dolor y sangrado al mantener relaciones sexuales
  • Y algunas veces dolores atípicos, como el de ciático o cerca del hígado.

Sin embargo, a pesar de todas estas manifestaciones, llegar a su diagnóstico suele ser un camino lento y repleto de estudios médicos. ¿Por qué?  En parte por la falta de consulta de la mujer (acostumbrada a “sufrir” sus menstruaciones como algo normal) y por otro lado debido al poco conocimiento científico que el médico general tiene sobre esta patología. 

Sus características y síntomas

La endometriosis es una enfermedad inflamatoria de la pelvis femenina que se exacerba con cada ciclo menstrual. Se caracteriza por dolor abdominal bajo, intenso, continuo, con irradiación a la espalda y a veces a las piernas, durante la menstruación. Es un dolor por lo general invalidante y puede acompañarse de manifestaciones intestinales tales como diarrea o constipación, o urinarias simulando una cistitis. Fuera del periodo menstrual algunas mujeres continúan con dolores menos intensos, dolor al mantener relaciones sexuales o inflamación abdominal. 

Muchas veces todas estas manifestaciones se acompañan de algún quiste en los ovarios (característico de la enfermedad), lo que facilita el diagnóstico. Sin embargo, en algunos casos los estudios por imágenes básicos no revelan gran información por lo que es fundamental la sospecha por parte del profesional y la consulta a tiempo por parte de la paciente. 

Prevenir, ¿es posible?

Prácticamente el 80% de las enfermedades que padecemos los seres humanos son prevenibles y la endometriosis no es ajena a esta estadística. Entonces, ¿cómo podemos prevenirla? A través de generar hábitos de vida saludables en nuestra alimentación y estilo de vida, a partir del control ginecológico anual y de prestar atención a las manifestaciones que da el cuerpo. 

Particularmente en cuanto a los hábitos, se recomienda:

  • Realizar ejercicio.
  • Evitar el alcohol y cigarrillo.
  • Adoptar una alimentación consciente.

Los tres puntos mencionados son los pilares para la prevención de una gran cantidad de patologías. 

En lo referente a endometriosis también es importante disminuir el consumo de lácteos, harinas, azucares y carne, así como también aumentar la ingesta de grasas saludables, pescados, mariscos, frutos secos, semillas, verduras y frutas, disminuirá el dolor y mejorará el tránsito intestinal. 

El camino hacia el diagnóstico

En este recorrido, el primer estudio que se solicita es una ecografía transvaginal. Allí se puede ver la endometriosis cuando esta afecta a los ovarios y produce quistes así como también cambios anatómicos y de posición de estos órganos. 

Cuando no existen manifestaciones de la enfermedad en los ovarios el diagnóstico es un poco más difícil y por lo general se debe acudir a estudios más específicos, como es la resonancia magnética nuclear ginecológica. 

De acuerdo a los síntomas, también pueden ser necesarios otros tipos de prácticas para evaluar el intestino (mediante una colonoscopia) o la vejiga (a través de la cistoscopia).

Con los recursos mencionados, es factible sospechar y diagnosticar la enfermedad en el 80% de los casos.

Ahora bien, un pequeño grupo de mujeres no presentan manifestaciones en los estudios y pueden requerir una cirugía mínimamente invasiva laparoscópica para llegar al diagnóstico. 

Tengo endometriosis. ¿Y ahora qué hago?

Lo primero que hay que hacer es consultar. A partir de ello un ginecólogo solicitará los estudios necesarios o derivará con un profesional especializado en la enfermedad. 

Cuando ya se tiene el diagnóstico de endometriosis y no hay mejorías con los tratamientos propuestos o existen dudas respecto a cómo es el manejo de la enfermedad, es importante saber que existen expertos en el área y quizá la mejor opción es consultar con alguno de ellos. 

La endometriosis es tratable y manejable en la medida que se haga un correcto abordaje del caso y se cumpla con el tratamiento. Saber que se la padece y no hacer nada al respecto no es una alternativa. 

Habitualmente la endometriosis requiere cirugía, tratamiento hormonal y acompañamiento desde el estilo de vida y la alimentación, como fue antes mencionado. Todos estos recursos son importantes en la misma medida, y muchos de ellos dependen exclusivamente de la paciente. 

Antes de finalizar, es importante recordar que la endometriosis es consecuencia de un determinado estilo de vida, malos hábitos alimenticios y falta de consulta médica oportuna. Por eso, es clave tener presente que siempre se está a tiempo de hacer lo necesario para prevenirla o tratarla correctamente. ¡Hagámosle frente a la endometriosis!

Fuente
Dra. Mónica Bonin - Ginecología y Obstetricia - Hospital Privado Universitario