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Día Mundial de la Hepatitis: la importancia de hacer la prueba y actuar a tiempo

Jueves 28 de Julio de 2022

Todos los años se celebra el Día Mundial de la Hepatitis con el fin de concientizar sobre esta afección e instar a la comunidad a que se realicen los testeos para poder tratarla a tiempo. 

¿Qué es la hepatitis? 

La hepatitis es una inflamación del hígado que puede despertar diferentes tipos de enfermedades. Su origen puede ser viral, autoinmune, por hígado graso, por alcohol o tóxicos sintéticos. Las hepatitis virales son las de tipo A, B, C, D y E y solo se detectan mediante un test de laboratorio. 

Tipos de hepatitis virales 

Si bien todos los tipos de hepatitis viral causan enfermedad hepática, se diferencian en aspectos importantes, sobre todo en los modos de transmisión y la gravedad de la enfermedad. Los tipos B y C provocan enfermedad crónica en millones de personas y, en su conjunto, son la causa más común de defunciones relacionadas con cirrosis hepática, cáncer y hepatitis viral a nivel mundial. 

Algunos tipos de hepatitis son prevenibles mediante vacunación. Un estudio de la Organización Mundial de la Salud determinó que para 2030 se podrían prevenir unos 4,5 millones de defunciones mediante vacunación, pruebas de diagnóstico, medicamentos y campañas de educación, y tiene el objetivo de reducir un 90% las nuevas infecciones y un 65% las defunciones por hepatitis entre 2016 y 2030.   

Hepatitis A 

Es una enfermedad autolimitada que no produce infección crónica. Se transmite de una persona a otra a través de vía fecal-oral, o por consumo de alimentos o agua contaminada. 

Sus principales síntomas pueden incluir falta de apetito, náuseas, ictericia (ojos amarillos) y dolor de estómago que, por lo general, suelen desaparecer dentro de los dos meses posteriores a la infección.  

Hepatitis B 

Se transmite cuando sangre, semen u otro fluido corporal de una persona infectada ingresa al cuerpo de otra no infectada. Puede ser en el contacto sexual, al compartir agujas o jeringas, también puede transmitirse de la madre a su bebé. 

Los principales síntomas que puede presentar son: fatiga, náuseas, vómitos, fiebre, pérdida de apetito, dolor abdominal y articular, orina de color oscuro, deposiciones de color arcilla, ictericia. 

Hepatitis C 

Es un virus transmitido por la sangre y su principal fuente de infección es la vía sexual o por compartir agujas o elementos punzantes. 

Es una enfermedad grave que puede provocar problemas de salud a largo plazo, incluso la muerte. Es posible que muchas personas no sean conscientes de su infección porque no están clínicamente enfermas, por eso se resalta el valor de los testeos periódicos. 

No existe una vacuna contra este tipo de infección. 

Hepatitis D 

La hepatitis D solo se desarrolla en personas infectadas previamente con hepatitis B y puede derivar en una forma más grave de esta enfermedad, como puede ser una evolución más rápida de la cirrosis. El desarrollo de hepatitis D crónica es raro y puede prevenirse vacunándose contra la hepatitis B. 

Sus principales síntomas suelen incluir: fiebre, fatiga, pérdida de apetito, náuseas, vómitos, coluria, acolia (heces claras), ictericia e incluso hepatitis fulminante. Con un tratamiento apropiado, la recuperación suele ser completa. El desarrollo de un cuadro crónico de hepatitis D es raro al igual que la hepatitis fulminante. 

Hepatitis E 

La hepatitis E comienza con fiebre leve, disminución del apetito, náuseas y vómitos durante varios días. Algunas personas también pueden sufrir dolor abdominal, erupciones en la piel o dolor articular. También pueden experimentar ictericia, orina oscura y heces pálidas, así como un hígado levemente agrandado y blando (hepatomegalia) y, en ocasiones, insuficiencia hepática aguda. 

El contagio se produce principalmente por consumo de agua contaminada. Suele desaparecer en un período de a seis semanas. En raras ocasiones puede producir hepatitis fulminante. 

Cabe destacar que, para prevenir este tipo de hepatitis virales, es necesario: 

  • Vacunarse contra la hepatitis A y B. 
  • Usar preservativo en todas las relaciones sexuales. 
  • Evitar compartir elementos punzantes o cortantes. 
  • Consumir agua y alimentos seguros y limpios. 
  • Mantener una correcta higiene de manos. 

Es necesario encontrar casos de hepatitis para darles la atención adecuada. Saber es poder. Hacete la prueba. 

Fuentes: 
Doctora Isabel Garzón, jefa del servicio de Enfermedades Infecciosas
Doctor Martín Barrabino, jefe de la Unidad de Hígado
Organización Mundial de la Salud.