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VolverDespués de los 60, ¿cómo cuidamos nuestra visión?
Llegada una determinada edad, todos observamos cambios en nuestro cuerpo y nuestros sentidos. Esto es una consecuencia lógica del envejecimiento y la vista también puede reflejar el paso de los años.
¿Qué es “agudeza visual” y “campo visual”?
La visión está determinada por:
- La agudeza visual: es la capacidad que tiene la persona para ver un objeto determinado.
- El campo visual: es lo que vemos alrededor de objeto determinado.
Todas las estructuras del ojo cambian con la edad y en la vejez puede notarse:
- Un deterioro de la córnea. Esto produce frecuentemente lo que llamamos “arco senil”, un anillo blanquecino que rodea la córnea.
- La reacción de las pupilas se vuelve más lenta, en respuesta a la oscuridad o a la luz brillante.
- El cristalino se vuelve menos flexible; con los años pierde trasparencia y se torna amarillento o ligeramente opaco.
- Se pierde grasa orbitaria, por lo tanto los ojos se hunden.
Entonces, a partir de estos cambios en la estructura ocular, veremos que:
- La nitidez de la visión disminuye gradualmente.
- La dificultad para enfocar los ojos en objetos cercanos puede ser un problema común. Esto se llama presbicia y, como se menciona anteriormente, comienza entre los 40 y los 45 años.
- El resplandor se hace menos capaz de tolerar, por los cambios en el cristalino y esto provoca que la luz moleste más.
- La adaptación a la oscuridad o a la luz brillante puede ser dificultosa.
- Los ojos no producen suficientes lágrimas y eso produce sequedad. Esto sucede principalmente en mujeres pos-menopaúsicas.
Consejos para cuidar la visión
- Consultar al oftalmólogo/oculista anualmente para controlar y evaluar adecuadamente la visión y la presión del ojo.
- Consultar ante dificultades para ver, dolor, picazón u ojos enrojecidos.
- Utilizar lentes sólo bajo indicación médica.
- Mantenga sus lentes limpios y protegidos.
- Cuidar la alimentación. Es importante ingerir alimentos ricos en antioxidantes (como los vegetales de hoja verde), vitaminas A, C y magnesio como: zanahorias, brócoli, cítricos, lechuga o pescado.
- Evitar los contextos medioambientales que puedan provocar problemas en los ojos como aire acondicionado, calefacción, corrientes de aire, viento fuerte o la excesiva luz solar.
Enfermedades de la vista propias del adulto mayor
- Presbicia: se presenta entre los 40 y 45 años y representa la dificultad para ver a distancias cortas por culpa de una mala acomodación del cristalino.
- Sequedad de los ojos: Cuando esto no se trata, se puede presentar infección, inflamación y cicatrización de la córnea. Esto puede aliviarse si se utilizan gotas oftalmológicas o lágrimas artificiales. Consulte con un especialista en oftalmología.
- Cataratas: Nublado del cristalino del ojo.
- Glaucoma: Aumento en la presión del fluido en el ojo. Es una patología que no da síntomas, y el primer síntoma es la ceguera.
- Degeneración macular relacionada con la edad: Enfermedad de la mácula (responsable de la visión central) que causa pérdida de visión.
- Retinopatía: Enfermedad en la retina generalmente provocada por diabetes o hipertensión arterial.
La presencia de estas puede ser causa de complicaciones en la vida cotidiana, como por ejemplo:
- Aislamiento social.
- Mayor riesgo de caídas.
- Dejar de conducir, principalmente de noche.
- Ver limitadas algunas actividades y la capacidad de interactuar con otros.
- Dificultades para leer o coser.
Por ello, quienes sean mayores de 60 años deben realizarse un control anual y, en caso de presentar alguno de estos problemas de visión, consultar con un especialista en oftalmología. Acudir urgentemente si nota síntomas como: pérdida abrupta de visión, moscas flotantes o destellos luminosos.
Cumplir años no implica tener una mala visión que represente una mala calidad de vida o en grandes limitaciones en las acciones cotidianas. La prevención y la ayuda médica en los casos necesarios son los dos pilares fundamentales en los que debemos apoyarnos para preservar nuestra salud visual y general durante muchos años.