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Los cuidados de la piel

Jueves 5 de Diciembre de 2019

La piel, tanto como el cabello y las expresiones de las personas, son manifestaciones de salud y bienestar. Pero debemos saber que la calidad de la piel -que está dada por el tono y la textura- se ve afectada con la edad y con hábitos en nuestra vida, como lo es el consumo solar sin protección y el tabaco. 

No existe una edad determinada para comenzar con los cuidados de la piel, ya que la limpieza, la humectación y la fotoprotección deben ser los pilares de las rutinas faciales en toda edad. Esto también incluye a la adolescencia, una etapa en donde las pieles se tornan oleosas por el influjo hormonal; allí la humectación adecuada debe estar presente porque muchas veces esa piel de aspecto seborreico se debe a que está deshidratada.

¿Hablamos de lo mismo cuando decimos hidratar y humectar?

Aunque parecen lo mismo y muchas veces se usan como sinónimos, no lo son.

La hidratación aporta la cantidad de agua necesaria para que las células cumplan sus funciones metabólicas, forma parte de un proceso natural y se lleva a cabo al beber agua o con el consumo de alimentos. Sin embargo, esa hidratación natural disminuye con los años, con las hormonas y condiciones ambientales. La humectación, en cambio, actúa formando una barrera protectora para prevenir la deshidratación y favorecer la captación de agua en la célula. Juntas se complementan y forman parte de una rutina básica de cuidados de la piel. 

Las rutinas de cuidados de la piel del rostro deben aplicarse tanto en la mañana como en la noche y, en líneas generales, incluyen:

  • Limpieza: un paso esencial. Según cada tipo de piel esta será diferente: para las pieles grasa se recomiendan geles y agua micelar o leche de limpieza para pieles normales a secas. 
  • Pueden recomendarse sueros antioxidantes, vitamina C y Gingo billova.
  • El contorno de ojos: es otro gran aliado a partir de los 30 y 40 años. Este se indica para humectar y también para tratar pigmentación y edema de los párpados.
  • Los ácidos (alfa-hidroxiácidos): van a ser los responsables de mejorar la calidad de la piel. Estos pueden utilizarse de día, de noche y en combinaciones. Serán distintas las recomendaciones según la edad y tipo de piel.
  • Humectantes: pueden ser ligeras para pieles oleosas o intensas para pieles maduras. 
  • Factor de protección solar 50+: se debe renovar al menos 3 veces al día. Es posible encontrarlo en diferentes presentaciones, con base fluidas, oil-free (recomendado para pieles con acné), compactos o con base de maquillaje.

Es ideal armar junto con un dermatólogo una rutina facial diaria que contemple las necesidades particulares de cada piel y sobretodo promueva su salud para que luzca nutrida y luminosa.

Fuente
Dra. Victoria Conesa - Servicio de Dermatología
Hospital Privado Universitario de Córdoba