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Las mochilas escolares y dolor de espalda
Consejos para cuidar a los más chicos
Un peso excesivo de las mochilas y una manera inadecuada de llevarlas generan cambios en la postura que pueden causar alteraciones musculares y esqueléticas en el cuello, los hombros y la espalda. Esto, además, también puede repercutir de forma negativa en la adultez.
El peso de las mochilas y su riesgo
Es importante tener en cuenta que cargar mochilas escolares de peso excesivo tiene un gran riesgo para la espalda de las personas. Un estudio en el que participaron distintas universidades y hospitales españoles pone de manifiesto que el peso excesivo de las mochilas puede comportar un alto riesgo de sufrir dolor y/o patologías de espalda.
Cuando un niño transporta una mochila de gran peso su postura corporal se ve afectada de forma significativa. Esto puede verse en los siguientes aspectos:
- La cabeza tiende a tirarse hacia delante, por lo que hay una inadecuada alineación de la columna vertebral a nivel cervical.
- El tronco se inclina hacia adelante, lo que implica una tensión muscular localizada en la zona baja de la espalda o zona lumbar.
- Hay un aumento de la curvatura lumbar (hiperlordosis lumbar).
- Una asimetría de los hombros cuando se transporta la mochila colgada de una sola correa o esta es cargada con un reparto de pesos desigual. En ambos casos se aumenta el riesgo de sufrir escoliosis o desviación de columna.
¿Cómo escoger la mochila adecuada?
La mochila que se elija deberá tener prestaciones ergonómicas que permitan un transporte cómodo, seguro y saludable. Para ello deberemos tener en cuenta:
- Dimensiones
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La altura de la mochila no debe ser superior a la del tronco.
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Debe tener poca profundidad para garantizar que el centro de gravedad de la carga se sitúe lo más cerca posible del cuerpo.
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Su anchura no debe ser superior a la de los hombros.
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- Correas
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Adaptables al torso, regulables y con arnés ajustable.
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Acolchadas y no muy finas para garantizar una superficie de apoyo suficiente que permita una distribución del peso adecuada.
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Contar con asa superior para levantarla del suelo de forma cómoda.
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- Respaldo
- Debe ser acolchado, para mejorar el apoyo de la mochila sobre la espalda y evitar que el contenido pueda molestar.
La distribución de la carga
Al momento de acomodar lo que la mochila llevará debemos tener en cuenta una simple regla para distribuir la carga adecuadamente: “mientras más pesado y voluminoso el objeto, más pegado al cuerpo”. Esto es así ya que transportar cargas alejadas del cuerpo comporta un mayor esfuerzo y riesgo para la espalda.
De igual forma, se debe procurar distribuir la carga de manera uniforme para garantizar un reparto del peso equilibrado sobre los hombros.
Sumado a esto, el interior de la mochila debería estar compartimentado para evitar que el contenido se mueva durante el transporte y permitir una adecuada distribución de la carga.
El peso, ¿cómo calcularlo?
Durante el transporte de la mochila escolar, su peso no debería superar el 15% del peso corporal del niño o niña. Es decir, si pesa 30 kg el peso de la mochila no debería sobrepasar los 4,5 kg. Ahora bien, cuando se realicen largos desplazamientos se recomienda que el peso no sea superior al 10% del peso corporal. En estos casos es preferible hacer uso de mochilas con ruedas, ya que permiten minimizar el riesgo teniendo en cuenta que el peso de la carga recae sobre el suelo.
Transportar la mochila escolar de forma segura
La mochila debe ir colgada de ambos hombros para que el reparto del peso sobre el cuerpo sea equilibrado. Cuando esta se cuelga de un solo hombro, el peso recae sobre un lado del cuerpo y la columna vertebral sufre tensiones que pueden provocar desviaciones de columna.
A esto deben sumarse las siguientes recomendaciones al momento de transportar una mochila:
- Ajustar las correas de manera que la mochila se transporte pegada al cuerpo y sin balanceos.
- No llevar la mochila por debajo de la cintura.
- Evitar ir encorvado: la cabeza, el cuello y el tronco deben estar alineados para mantener la curvatura natural de la espalda.
¡Seguir estos consejos permitirá proteger la espalda de los más chicos y vivir un año escolar de manera saludable!
