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Intoxicaciones alimentarias en verano

Intoxicaciones alimentarias en verano - Hospital Privado Cordoba
Jueves 18 de Enero de 2024

En la vida cotidiana, la alimentación es una parte esencial del bienestar, pero a menudo solemos subestimar los riesgos asociados con la seguridad alimentaria.   
La intoxicación alimentaria, una amenaza silenciosa que puede afectar a cualquiera, ha llevado a un aumento en la conciencia sobre la importancia de adoptar medidas preventivas. En este contexto, el servicio de Alimentación y Soporte Nutricional del Hospital proporciona información valiosa para estar alerta, tomar conciencia y evitar afecciones.  

Las intoxicaciones alimentarias parecen aumentar en épocas de verano. Principalmente por dos motivos: 

  • Las bacterias y microorganismos crecen con mayor rapidez con la humedad y las altas temperaturas. 

  • Las actividades al aire libre implican que muchas personas coman o cocinen fuera de su casa, lo que puede representar complicaciones para mantener los alimentos en buen estado. 

Cuáles son las 10 reglas de oro para vivir más saludable 

La Organización Mundial de la Salud emite las “Diez Reglas de Oro” un conjunto de ideas cruciales que sirven como cimiento para la prevención de intoxicaciones alimentarias. Estas reglas abarcan desde la higiene personal hasta las prácticas seguras de manipulación de alimentos, con el objetivo de garantizar que los alimentos que consumimos estén libres de contaminantes dañinos. 

1. Elegir los alimentos tratados con fines higiénicos 

Mientras que muchos alimentos están mejores en estado natural (por ejemplo, frutas y hortalizas), otros sólo son seguros cuando están tratados. Hay que tener presente que los alimentos no sólo se tratan para que se conserven mejor, sino también para que resulten más seguros desde el punto de vista sanitario. 

2. Cocinar bien los alimentos 

Muchos alimentos crudos (en particular, pollos, carne y leche no pasteurizada) están a menudo contaminados por agentes patógenos. Estos pueden eliminarse si se cocina bien el alimento. La temperatura aplicada debe llegar, al menos, a 70 °C en todo el centro de éste. Los alimentos congelados deben descongelarse completamente antes de cocinarlos. 

3. Consumir inmediatamente los alimentos cocinados 

Cuando los alimentos cocinados se enfrían a la temperatura ambiente, los microbios empiezan a proliferar. Cuanto más se espera, mayor es el riesgo.  

4. Guardar cuidadosamente los alimentos cocinados 

Si se quiere tener en reserva alimentos cocinados, o simplemente, guardar las sobras, hay que prever su almacenamiento en condiciones de calor (cerca o por encima de 60º C) o de frío (cerca o por debajo de 10º C).  

5. Recalentar bien los alimentos cocinados  

Esta regla es la mejor medida de protección contra los microbios que puedan haber proliferado durante el almacenamiento (un almacenamiento correcto retrasa la proliferación microbiana pero no destruye los gérmenes). También en este caso, un buen recalentamiento implica que todas las partes del alimento alcancen al menos una temperatura de 70º C.  

6. Evitar el contacto entre los alimentos crudos y los cocinados  

Un alimento bien cocinado puede contaminarse si tiene el más mínimo contacto con alimentos crudos. Esta contaminación cruzada puede ser directa, como sucede cuando la carne cruda de pollo entra en contacto con alimentos cocinados. Pero también puede ser más sutil.  

7. Lavarse las manos a menudo 

Lavarse bien las manos antes de empezar a preparar los alimentos y después de cualquier interrupción. Si se ha estado preparando ciertos alimentos, habrá que lavarse de nuevo antes de manipular otros productos alimenticios. 

8. Mantener limpias todas las superficies de la cocina  

Como los alimentos se contaminan fácilmente, es importante mantener perfectamente limpias todas las superficies utilizadas para prepararlos. Cualquier desperdicio o mancha puede ser un reservorio de gérmenes. Los paños que entren en contacto con platos o utensilios se deben cambiar constantemente y hervir antes de volver a usarlos. 

9. Mantener los alimentos fuera del alcance de insectos, roedores y otros animales  

Los animales suelen transportar microorganismos patógenos que originan enfermedades alimentarias. La mejor medida de protección es guardar los alimentos en recipientes bien cerrados.  

10. Utilizar agua potable 

El agua potable es importante tanto para preparar los alimentos como para ingerir agua. Ante dudas, sugerimos hervir el agua antes de añadirla a los alimentos o de transformarla en hielo para refrescar las bebidas.  

Solo pocos factores relacionados con la manipulación de alimentos son responsables de muchos episodios de enfermedades transmitidas por los alimentos en todo el mundo. Aplicar estas reglas favorecen la inocuidad y seguridad alimentaria y previenen las enfermedades transmitidas por los alimentos. 

Fuente: Lic. Yanina Rearte. Miembro del servicio de Alimentación y Soporte Nutricional, y Programa de Atención Integral de Adolescencia en Hospital Privado Universitario de Córdoba.