Novedades

Volver
Actualidad

En el Día Mundial de la Osteoporosis tomamos conciencia

En el Día Mundial de la Osteoporosis tomamos conciencia - Hospital Privado Cordoba
Viernes 20 de Octubre de 2017

Con motivo del Día Mundial de la Osteoporosis, que se celebra cada 20 de octubre, desde el Servicio de Reumatología de nuestro Hospital nos hablan sobre cómo la nutrición, el estilo de vida y los ejercicios diarios, juegan un papel importante en la prevención y el manejo de esta enfermedad. 

¿Qué es la Osteoporosis?

Es una enfermedad esquelética en la que se produce una disminución de la densidad de masa ósea debido a la pérdida de su mineralización y consecuente aumento en su porosidad. Esto genera mayor “fragilidad” lo que aumenta el riesgo de padecer fracturas de huesos. 

Características de la osteoporosis 

  • Afecta principalmente a mujeres después de la menopausia, aunque también la pueden padecer mujeres más jóvenes, hombres, adolescentes e incluso niños.
  • 1 de cada 3 mujeres o 1 de cada 5 hombres sufrirá una fractura osteoporótica en su vida.
  • El mejor momento de la vida para asegurar la salud ósea es durante la juventud. Para mantener los huesos fuertes se recomienda actividad física y una dieta nutritiva que incluya alimentos ricos en calcio. Todo esto acompañado de una regular exposición al sol que ayuda a la producción de vitamina D en nuestro cuerpo.
  • En general es una enfermedad silente que no presenta dolor, hasta que no hay un evento agudo: la fractura. Esto genera un dolor importante e incapacidad funcional del que la padece. 

Las fracturas: el principal padecimiento 

Las fracturas son la consecuencia más importante de la osteoporosis y se producen con mayor frecuencia en las muñecas, cadera y columna vertebral.

Los huesos están formados por tejido vivo y dinámico. Los años críticos para la formación de la masa ósea son durante la niñez y la adolescencia. A lo largo de la vida, los tejidos óseos viejos son eliminados y reemplazados por tejidos óseos nuevos. 

La pérdida de tejido óseo comienza alrededor de los 40 años, cuando ya no se reemplaza el tejido óseo tan rápido como se pierde. En las mujeres, sin embargo, esta velocidad de pérdida de tejido óseo aumenta durante los primeros años de la menopausia en forma acelerada, cuando se detiene la producción de estrógenos y los huesos ya no se benefician con su efecto protector. Los hombres también sufren la pérdida de tejido óseo pero la velocidad de pérdida es mucho más lenta que en las mujeres. 

Atención con los factores de riesgo 

Existen muchos factores de riesgo que pueden llevar a la pérdida de hueso y a la osteoporosis. Algunos de ellos son modificables, pero existen otros que no se pueden cambiar, tales como: 

  • Sexo: las mujeres tienen osteoporosis con más frecuencia que los hombres.
  • Edad: el riesgo de tener osteoporosis aumenta con la edad.
  • Tamaño del cuerpo: las mujeres delgadas y pequeñas tienen un riesgo mayor de sufrirla.
  • Antecedentes familiares: la osteoporosis ocurre con frecuencia entre miembros de la misma familia. Si un familiar tiene osteoporosis o se rompe un hueso, existe una mayor probabilidad de padecerla. 

Otros factores de riesgo son:

  • Hormonas sexuales: en mujeres que tienden a tener niveles bajos de estrógeno debido a la falta de menstruación o a la menopausia, tienen mayores posibilidades de tener Osteoporosis. En los hombres, los niveles bajos de testosterona pueden causar osteoporosis.
  • Anorexia nerviosa: este trastorno de la alimentación puede hacer que la persona desarrolle osteoporosis.
  • El calcio y la vitamina D: un régimen alimenticio bajo en calcio y en vitamina D hace que se tenga una mayor propensión a perder hueso.
  • Medicamentos: algunos pueden aumentan el riesgo de tener esta enfermedad. 
  • Actividad física: la falta de ejercicio o guardar cama durante un periodo prolongado puede hacer que se debiliten los huesos.
  • Tabaco: fumar es dañino para los huesos, el corazón y los pulmones.
  • Bebidas alcohólicas: consumirlas en exceso puede causar pérdida de hueso y fracturas.

Como la osteoporosis no posee otros síntomas evidentes más que una fractura cuando el hueso ya se encuentra significativamente debilitado, es importante concurrir al médico, ante una situación de riesgo elevado o al inicio de la menopausia en las mujeres sanas. En estos casos el especialista indicará una prueba de Densidad Mineral Ósea (DMO). 

El tratamiento para una mejor calidad de vida 

Una vez diagnosticada la osteoporosis existen varios tratamientos disponibles para disminuir la velocidad de la pérdida ósea, que incluye: 

  • Alimentación balanceada rica en calcio y en vitamina D: son esenciales para mantener los huesos sanos. A medida que crecemos, absorbemos con menos eficiencia. Esto significa que con el tiempo se necesitan mayores cantidades de calcio.

Los alimentos ricos en calcio incluyen productos lácteos tales como leche, queso y yogurt; algunas verduras (por ejemplo; brócoli, repollo, acelga); pescados con espinas enlatados, tales como sardinas; nueces (almendras y nueces brasileras en particular) y queso de soja con calcio (Tofu). Además, los alimentos fortificados con calcio (más comúnmente jugos de naranja y cereales para el desayuno) son fáciles de conseguir.

La ingesta adecuada de Proteínas (carne blanca, pescado, leche, habas y leche de soja) también deberá formar parte de una dieta saludable para fortalecer la función muscular y la masa ósea. 

  • Un plan de ejercicio: ayuda a fortalecer los músculos y a aumentar la flexibilidad mejorando la coordinación y el equilibrio para reducir el riesgo de caídas. Los ejercicios con peso y de gran impacto estimulan la formación ósea. Se recomiendan los deportes que impliquen levantar peso, correr, carreras de alto impacto y saltar. 
  • Medicamentos, cuando sean necesarios: es importante que la elección del tratamiento se ajuste a las necesidades médicas específicas del paciente y a su estilo de vida. En la actualidad, se encuentran disponibles una amplia gama de opciones terapéuticas eficaces que, según se ha demostrado, actúan rápidamente (en el transcurso de un año), mantienen la densidad ósea y reducen el riesgo de fractura.