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Volver"Acompañar y empoderar a la mamá lactante”
En el marco de la Semana Mundial de la Lactancia Materna conversamos sobre la importancia de este acto con la Lic. Juana del Carmen Fernández, enfermera educadora en lactancia materna que forma parte de nuestro servicio de Maternidad y de la institución desde hace más de 37 años.
La lactancia materna en las primeras horas de vida
Juana destaca que el calostro, es decir la primera leche materna que sale después del parto, cuenta con todo lo necesario para que el bebé pueda transitar el paso de la etapa que vivió dentro del útero materno a esa nueva etapa fuera del útero, y que esto mismo le hará madurar. Por esto señala: “cuando se conocen, a través de la evidencia científica, las propiedades del calostro se entiende que no puede ser suplantado con una leche de fórmula y que un bebé que recién nace necesita al menos dos horas de apego para en ese lapso ser amamantado y de ese modo contar con la regulación de la temperatura y buenos niveles de glucemia que le aportarán esos pocos mililitro de calostro recibido”.
La especialista destaca y valora que en el puerperio el bebé sea presentado ante su madre y se encuentren piel con piel. “Esto hace que todo el estrés que viven los padres cambie por la felicidad de saber que el bebé ya está entre sus brazos, y así darle paso a esa hermosa emoción que se vive por estar felices de tenerlo ahí”, comenta.
Sin embargo, durante años hemos aprendido que al amamantar se requiere una determinada cantidad de minutos para hacerlo. Esto hizo vivir la lactancia materna de manera programada: alejar al bebé de la piel de los padres si no es necesario, ponerlo directamente sobre el pecho materno sin previa estimulación y hacerlo mamar tan solo 15 minutos de cada pecho. “Esto hacía que el recién nacido aumente el gasto calórico, que el pezón se traumatice, que haya mucho dolor y por consiguiente una deficiencia en la lactancia. Todo ello puede cambiarse adoptando una nueva perspectiva, dándoles a la triada el tiempo que necesiten y buscando que los padres transcurran feliz ese momento tan soñado.”
Buscar para encontrar
Es muy importante que el bebé pueda en la “hora sagrada” estar piel con piel junto a su madre. Este contacto permite que el recién nacido despliegue un abanico de posibilidades y reflejos de búsqueda que le serán necesarios para llegar al pezón de su mamá. Sobre esto, nuestra educadora en lactancia afirma que esta capacidad de poder “buscar para encontrar” le servirá en todos los órdenes de la vida, es decir no solo siendo lactante sino también durante su infancia, juventud y adultez. “Es importante brindarle al bebé el espacio para que busque y encuentre su alimento, no darle el pezón sobre la boca”, nos dice Juana.
Parto y lactancia
La Lic. Fernández también comparte que para una buena lactancia es clave el parto tranquilo en donde se respete a la paciente y su decisión. “Es muy importante lo que se vive antes y durante el nacimiento para después lograr tener una lactancia eficaz, duradera, exclusiva”.
Pero frente al parto existen distintos miedos: a la frustración, a lo desconocido, al dolor y otros que pueden también trasladarse a la lactancia. Por ello es fundamental el acompañamiento: “cuando la mamá está feliz después del nacimiento de su bebé, es esa felicidad la encargada de secretar endorfinas, prolactina y especialmente oxitocina, la hormona que permite la eyección de la leche desde el alveolo mamario al pezón. Por eso, cuando a una mamá después del parto le presentamos a su bebé y lo tiene cara a cara y pueden mirarse ambos a los ojos, con el subsiguiente contacto piel con piel, se vuelve un mundo de esta hormona y el calostro se secreta con más facilidad”.
Educar para la lactancia
Por último, nuestra especialista pone énfasis en que para vivir plenamente la lactancia materna es fundamental empoderar a la mamá. “Es muy importante tranquilizarla, acompañarla y decirle que estamos allí, para ayudarle en cuanto ella lo necesite. Cuando empoderamos a la madre al inicio de la lactancia, la estancia en el hospital es más satisfactoria. Por eso es necesario arbitrar todos los medios lograrlo”.
El empoderamiento permite dotar a la madre de las herramientas que necesita para amamantar a su bebé, y esto muestra que aquí los verdaderos protagonistas son: ella, su pareja y su bebé. Los profesionales serán los que acompañen y controlen el transcurrir de este proceso.
Lic. Juana del Carmen Fernández, enfermera educadora en lactancia materna y miembro del servicio de Maternidad